miércoles, 13 de abril de 2011

CUENTO SESION 6

DON PORFIRIO
Hace mucho tiempo, aproximadamente en el año 1858, un país llamado México, se la pasaba en guerras, pues en ese entonces era gobernado por un presidente llamado Benito Juárez, que había establecido las leyes de reforma; en las que destacaba la reducción del poder de la Iglesia.
 Bueno, en fin, este presidente solucionaba una cosa pero luego se le presentaba otra y así se le fue pasando el tiempo, pues cuando acordó ya llevaba 13 años en el puesto; porque se llegaban las votaciones y el pueblo lo reelegía. Cosa que no le agradaba a numerosos sectores del país y que se oponían a su gobierno: entre ellos el encabezado por un general oaxaqueño llamado Porfirio Díaz, que años anteriores había luchado y apoyado la guerra de reforma, causa liberal de Juárez:
-¡Ay no!, otra vez quiere ser presidente, como que esto ya le esta gustando, tengo que hacer algo para detenerlo. Piensa Porfirio, piensa…
Tin, tin, escuchó una campanita muy en el interior de su más alejada neurona.- Ya sé –dijo Porfirio.
-Tengo que rebelarme, levantarme en armas para protestar, ahorita mismo organizaré mi ejercito, todo esto con el nombre el plan de la Noria.
Estaba impaciente hasta que el día de atacar se llego, prepararon sus caballos y gritaban:
-¡NO A LA REELECION!    -¡VIVA EL PLAN DE LA NORIA!    -¡NO A LA REELECCION!
Comenzó la rebelión por la cual pretendía alcanzar el poder, pero fue derrotado.
Por otro lado el presidente Juárez utilizo los últimos meses que le quedaban de vida, tratando de reprimir la sublevación porfirista, pues sabía que Porfirio Díaz era muy necio y no iba a aceptar la derrota ni tampoco quedarse de brazos cruzados. Más sin embargo no lo pudo lograr y falleció ese día 18 de julio de 1872, en la ciudad de México.

Tal vez Porfirio se alegró de esa desgracia y quizá dijo:
-Bueno si quiera ya se murió, descanse en paz. Así ya no corro el riesgo de que se vuelva a reelegir, aunque de seguro el sucesor será Sebastián Lerdo de Tejada, porque es el presidente de la Suprema Corte de Justicia.

Así sucedió Lerdo de Tejada era el nuevo presidente. Pasaron cuatro años y pensaba:
 -Si don Benito fue reelegido y además tardó más tiempo de presidente, yo porque no puedo seguir disfrutando de estas delicias, ya pedí permiso al congreso, ahora solo tengo que convencer a la gente para que me reelijan.
Porfirio se dio cuenta de lo que planeaba Sebastián, entonces se puso de todos los colores y ya enojado dijo un palabrerío, que hasta lumbre le salía de la boca - ¿Cómo es posible que quiera hacer lo que aquel zapoteco? Entonces ¿Cuándo me va a tocar a mí?, ah no esto no se puede quedar así.
En ese año de 1876, Díaz se volvió a rebelar, protagonizando una serie de acciones militares que iniciadas ahora con el plan de Tuxtepec, acabaron con el derrocamiento del presidente Sebastián Lerdo de Tejada.

Porfirio Díaz estaba tan contento:
-¡Siiii!,¡sí se pudo!, ¡sí se pudo!¡Arriba plan de tuxtepec!. Ahora si me toca, ¿Qué se sentirá ser presidente, que no querían dejarme esta sillita?

Así asumió la presidencia de la republica el 23 de noviembre de ese año.
Comenzó su periodo con mucho trabajo pues el país estaba en malas condiciones, no tenía dinero, nadie quería invertir por las guerras que había, los políticos se pasaban peleando entre ellos.
-¿Cómo le haré vieja? Le preguntaba a su mujer
Y ella contestaba: -Hay no se viejo, tu estabas necio que querías ser presidente, ahora desvélate buscando la solución, yo ya me voy a dormir.
Entonces Porfirio pensaba y pensaba, cómo le hago si ya ningún país nos quiere prestar, dicen que no pagamos a tiempo, los extranjeros no quieren invertir y por si fuera poco los políticos parecen perros y gatos…
De pronto escuchó nuevamente esa campanita: -Sí, la clave es “Poca política y mucha administración”, sí este será mi lema, primero tengo que ordenar todo.
Inicio apoyando la reconciliación entre los grupos políticos, luego impuso su gobierno severo, hizo uso de la fuerza pública y les dijo:
-Haber ustedes ¡Me atrapan y echan a la cárcel a todos los bandoleros, ah y de paso también a esos que están en mi contra y que se la pasan criticándome, pa’ que me dejen trabajar a gusto y sin presión!
Porfirio no logró mantener la paz total, pero sí un orden con el cual lógicamente aumento el trabajo, mejoró la comunicación y aumentó el comercio hasta en un 300%  con la llegada de los barcos de vapor,  los ferrocarriles y con la construcción de vías férreas y líneas telegráficas, en el campo se modernizaron las técnicas de cultivo con abonos y mejores herramientas, las tierras eran de los campesinos e indígenas, se invirtió capital extranjero sobre todo de estaunidenses en la explotación de recursos mineros es decir de minas de las cuales se sacaba cobre hierro y zinc,  se abrieron muchas fábricas de vidrio, cemento y acero.
De esta manera le economía de México se estabilizó entonces Porfirio se sentía grande se levantaba el cuello y deseaba que la gente se enterara solo de las cosas buenas de su gobierno.
El tiempo fue pasando y ese general que se admiraba, enojaba y protestaba en contra de las reelecciones, duró 31 años en el poder, reeligiéndose por lo que se nombró a esa época el PORFIRIATO.
Y ese esplendor que le había regalado al país, él mismo se lo arrebato con tantas reelecciones pues los inversionistas extranjeros comenzaron a agotar gran parte de las riquezas del país, los obreros tenían que laborar muchas horas al día y sí las máquinas se descomponían ellos tenían que pagar el arreglo de lo contrario podían ser despedidos cuando al patrón se le diera la gana,, lo ejidos y terrenos comunales de los indígenas pasaron a manos de pequeños grupos de terratenientes, la pobreza y el analfabetismo comenzaron a extenderse.
Porfirio Díaz se fue debilitando, tenía poca credibilidad y muchos opositores.
Y colorín colorado este cuento no ha acabado.

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